jueves, 18 de agosto de 2016

EL MEJOR REGALO.


¿Qué harías por la persona que más quieres?

Responder a esta pregunta es difícil, porque, en ocasiones, podemos sentir que seríamos capaces de dar la vida misma. Todo nos parece poco, por aquellos que tanto queremos.

Sin embargo, déjame preguntarte ¿Qué harías por ti mismo?, ¿hasta dónde llegarías por darte aquello que deseas y/o que necesitas?, pero todavía más, ¿acaso sabes, qué es lo que realmente, en el fondo de tu alma y de tu corazón, necesitas para ser feliz? No aquello que persigues inútilmente, porque cuando lo logras, nunca es suficiente, sino aquello que te haría sentir pleno y totalmente satisfecho contigo mismo.

No siempre lo sabemos, porque cuando somos pequeños no nos enseñan a desarrollar nuestra autoconsciencia y cuando crecemos, generalmente no deseamos hacerlo, porque tenemos miedo de ver algo que nos cueste trabajo manejar o que nos haga sufrir.

Pero pensar así es un error. Somos mucho más fuertes de lo que pensamos y nuestra capacidad de enfrentarnos a la vida, aprender y triunfar, es mucho mayor de lo que creemos. Por eso, hoy te digo, lucha por ti. Conócete e investiga qué te hace falta, cuáles son tus huecos y qué heridas necesitas sanar y aprende a darte aquello que necesitas. Sánate, cuídate y ámate a ti mismo, para que no demandes de los demás, algo que con frecuencia, no te pueden dar, porque no está en sus manos, está en las tuyas.

jueves, 11 de agosto de 2016



Aprender a soltar.

Hoy te voy a pedir un favor.Soltar, para vivir mejor
Entra a tus closets y observa lo que tienes en ellos. Abre tus cajones y examina lo que guardas allí.
¿Tienes ropa muy vieja? ¿Acumulas muchas cosas, recuerdos que ya no tienen ningún valor o simples papeles? Si lo haces, ¿cuál es la causa?
Con frecuencia, el tiempo va pasando y las cosas que forman parte de nuestra vida las vamos guardando y así, poco a poco se van acumulando y acumulando sin que les demos ningún uso que valga la pena. Únicamente ocupan un espacio, guardan polvo, en ocasiones estorban y generalmente, no nos sirven para nada, ni llegamos a utilizarlas con provecho.
Pero ese no es el verdadero problema. Lo que realmente nos perjudica es cuando hacemos lo mismo, pero lo que almacenamos son rencores, culpas, recuerdos, creencias negativas y equivocadas que nos hacen sufrir y que no nos sirven para nada, etc.
Es cierto que en algunas ocasiones no soltamos, porque no sabemos hacerlo, pero muchas veces y esto es lo más triste de todo, no lo hacemos porque no queremos hacerlo, porque pensamos que así castigamos o hacemos sufrir o sentir mal a otra persona, porque fomenta nuestra imagen de víctimas, nos sirve como justificación para no enfrentarnos a la vida, etc.
No existe una razón que demuestre que vale la pena seguir haciéndolo. Aprende a soltar y a deshacerte de toda la carga emocional y psicológica que estás arrastrando y no te permite vivir el presente de una mejor manera, ni favorece el que puedas disfrutar de él.
Hoy te invito a que des el primer paso para llevar a cabo la limpieza interna que te dará mayor bienestar y felicidad.

Te recomiendo el artículo Soltar, para vivir mejor en   http://www.crecimiento-y-bienestar-emocional.com/soltar.html

viernes, 12 de junio de 2015

Cómo superar un divorcio.


 

 
 
 
Un divorcio es uno de los momentos más difíciles que tenemos que enfrentar.

De repente nuestra vida cambia. A veces porque nosotros así lo decidimos y en ocasiones, porque otra persona tomó una decisión que nos afecta de manera importante.

Durante esa época vivimos una serie de emociones que no sabemos cómo manejar y que, con frecuencia, ocupan una gran parte de nuestros días. Tristeza, enojo, resentimiento, culpa y/o depresión, son algunas de las causas de un sufrimiento constante.

Cuando esto sucede, todos quisiéramos encontrar una solución que eliminara nuestro dolor lo antes posible y nos desesperamos cuando pasan los días y vemos que esto no sucede y todavía más, si vemos o nos enteramos que nuestra pareja, aparentemente está bien o está relacionándose con alguien más.

Para superar un divorcio debemos vivir el proceso de duelo de cualquier pérdida, con sus etapas normales:

  1. Fase de Negación. Esta etapa es de muy corta duración y se da porque nos es difícil aceptar que a nosotros nos pueda estar sucediendo algo así.
  2. Fase de Enojo o Ira. El coraje es hacia Dios, la suerte, etc., lo que sea que pueda ser la causa de lo que nos está sucediendo. Es la típica pregunta de “¿por qué a mí?”. Es enojo es, en parte, por no poder evitar lo que está sucediendo.
  3. Fase de Negociación. En esta etapa buscamos negociar con Dios o con nosotros mismos que si sucede “X” estamos dispuestos a hacer “Y” con tal de que las cosas mejoren.
  4. Fase de Depresión o de un gran dolor. Empezamos a estar conscientes de la pérdida y de lo que ésta implica en sus diferentes aspectos y nos vemos invadidos por una gran tristeza y, en ocasiones, incluso por una depresión.
  5. Fase de Aceptación. Aceptamos que el divorcio es inevitable y empezamos a ver la situación desde una perspectiva diferente, que nos permite empezar a recuperarnos.
Obviamente las etapas no se dan siempre en este orden e incluyen otros aspectos como son, otras emociones, cambios de conductas, autocuestionamiento, etc.

Sin embargo es importante tener en cuenta que:

  • Es necesario reconocer, aceptar, sentir y expresar los sentimientos. Sin embargo, es importante elegir bien con quién los vamos a compartirlos.

  • Debemos de estar conscientes que aceptar no quiere decir negar lo que sentimos o racionalizarlo.

  • Tenemos que hacer un esfuerzo para salir adelante. Si esperamos que el simple paso del tiempo sane nuestras heridas, lo que generalmente resulta es que emocionalmente nunca acabamos rompiendo con nuestra expareja, la tristeza y/o el coraje siempre nos unen a ella.

Te recomiendo leer el artículo “Algunos consejos para superar un divorcio

lunes, 8 de junio de 2015

El manejo de los celos.


Son los celos una muestra de amor.





Los celos pueden llegar a destruir una relación. Sin embargo, la persona celosa pocas veces acepta que tiene un problema y cuando lo acepta suele reaccionar de las siguientes maneras:

Afirma que la culpa es de su pareja, ya que es ella la que provoca dichos celos.

Dice que así es y que no puede cambiar, pero que va a tratar de no reclamarle a su pareja.

Se “disculpa” alegando que es una muestra de amor.

Cualquiera de estas tres opciones es equivocada.

Independientemente de la conducta de la pareja, la persona que es celosa tiene un problema y si puede cambiar, si trabaja para lograrlo y los celos que hacen sufrir a una pareja y dañan una relación nunca son una muestra de amor.
Te recomiendo que leas el artículo “El manejo de los celos

viernes, 5 de junio de 2015

Luchemos contra el estrés.


 
Luchemos contra el estrés.
 
 
 
 
Con frecuencia estamos estresados y ya ni siquiera lo notamos. Vivimos tan inmersos en las prisas del día a día, que no tenemos ni siquiera el tiempo necesario para hacer un alto y observarnos, para así poder detectar qué es lo que nos está sucediendo.

Esto sucede hasta que nuestro cuerpo ya no resiste más y empezamos a tener síntomas importantes que nos obligan a disminuir el ritmo que llevamos y entonces, en ocasiones nuestro cuerpo ya no puede volver a recuperarse totalmente. Hemos pagado un costo muy alto.

¿Por qué esperar a que nuestro cuerpo esté lastimado o debilitado para cuestionarnos sobre nuestros hábitos de vida?

Es cierto que el medio ambiente en el que vivimos nos envuelve y contagia de emociones, con frecuencia desgastantes, pero si nos fortalecemos física y emocionalmente, el daño siempre es mucho menor y en ocasiones ni siquiera se da.

Te invito a leer el artículo: ¿Cómo definir y mejorar las causas de mi estrés?


miércoles, 21 de mayo de 2014

¿Qué es la felicidad?

Mi bienestar: ¿Qué necesitas para ser feliz?

¿Qué necesitas para ser feliz?

¿Cuántas veces te has preguntado, qué necesitas para vivir mejor, para ser feliz?




Si dividiéramos a las personas en dos grandes grupos, de acuerdo a la satisfacción que sienten respecto a los logros obtenidos y a su bienestar en general, podríamos hablar de aquellas que logran sus metas y están satisfechas con lo que tienen y aquellas que casi nunca lo están.

No es raro escuchar a las que se encuentran en este último grupo buscar justificaciones, como por ejemplo::
"Si sólo tuviera una pareja, un hijo, más dinero, una profesión, un mejor trabajo, una casa propia, mejor salud, si pudiera resolver este problema, etc., etc., entonces sería feliz.

Entre los diferentes motivos que explican su constante malestar, encontramos que:

1.- Nunca logran lo que realmente dicen que desean.
2.- Logran lo que desean, pero sin embargo no les da la felicidad que esperan sentir.

 En el primer caso, lo que sucede es que:
a) No se esfuerzan lo suficiente para alcanzar sus metas, ya sea por una actitud negativa o de víctima, una baja autoestima, autosabotaje, poca motivación, metas no planeadas o planteadas equivocadamente, falta de estrategia o de las herramientas necesarias, etc.

b) Se plantean objetivos inalcanzables o en cuanto se acercan a ellos inmediatamente se plantean otros aún más difíciles.

En el segundo caso colocan su bienestar exclusivamente en el exterior olvidándose de su parte interna, de su vida espiritual, sus necesidades emocionales, el sentido y significado de su vida, etc. y no se dan cuenta de que el problema es el gran vacío que puede existir dentro de ellos. 
Cuando esto es lo que sucede, por mucho que logren en el exterior, nunca va a ser suficiente para que sean realmente felices.

Y tú ¿te has dado cuenta a qué grupo perteneces?
¿Te has percatado cuáles son tus valores y dónde se encuentra la fuente de tu bienestar? 

Si te encuentras en el primer grupo, en el que está satisfecho, disfruta de tu capacidad para apreciar lo bello y lo bueno que existe a nuestro alrededor y de luchar por aquello que deseas y/o necesitas.

Si te encuentras en el segundo grupo no te sientas mal, aprovecha la oportunidad de recapacitar y lograr el cambio que necesitas para vivir mejor.